Leopoldo Gil Cornet, ganador del Premio Rafael Manzano 2012

 

En la primera edición el Jurado decidió otorgar este Premio al arquitecto Leopoldo Gil Cornet por las obras de restauración de la Real Colegiata de Roncesvalles (Navarra), que se desarrollaron entre 1982 y 2012.

 

En estas obras, durante sus casi treinta años de intervenciones, el premiado fue enfrentando y resolviendo con éxito una muy variada problemática, devolviendo con ello al conjunto y al lugar buena parte de la vitalidad perdida y contribuyendo también al desarrollo sostenible de la región y desempeñando así mismo una importante labor social.

Leopoldo Gil Cornet es arquitecto del Servicio de Patrimonio Histórico de la Dirección General de Cultura-Institución Príncipe de Viana del Gobierno de Navarra desde 1986, desde la que ha velado durante décadas por el rico patrimonio arquitectónico navarro, y profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Navarra desde 1985, donde por largo tiempo ha impartido Historia de la Arquitectura, llegando a convertirse en Coordinador de la Especialización en Restauración y Rehabilitación de la Arquitectura desde el año 2000.

A lo largo de su dilatada carrera profesional ha estado a cargo de las obras de restauración y conservación de numerosos monumentos navarros, recibiendo por ellas diversos premios nacionales e internacionales.

La Real Colegiata de Roncesvalles

La belleza, calidad y rigor de estas últimas intervenciones le han valido convertirse en el año 2012 en el primer arquitecto en recibir el Premio Rafael Manzano, gracias a la generosidad de The Richard H. Driehaus Charitable Lead Trust.​

Sus actuaciones en el conjunto de la Real Colegiata de Roncesvalles no sólo han potenciado sus valores artísticos y documentales, han embellecido un paisaje cultural de alto contenido simbólico o inmaterial y han ampliado y difundido el conocimiento científico del monumento, sino que, al recuperar su funcionalidad, proporcionar trabajo a la población de la zona y contribuir a la preservación y continuidad de los oficios tradicionales (albañilería, carpintería, cantería…) han contribuido también al desarrollo sostenible de la región en la que se asienta, desempeñando así mismo una importante labor social.

En las intervenciones de Leopoldo Gil en Roncesvalles hay también modernidad, pero una modernidad surgida y desarrollada desde un notable entendimiento de las tradiciones constructivas y arquitectónicas y, singularmente, de los trabajos de carpintería. Una modernidad que presenta por ello una amable continuidad con esas tradiciones.

La creación de este premio de arquitectura, el de mayor dotación de España 50.000€, ha sido posible gracias al mecenas norteamericano Richard H. Driehaus que, impresionado por la obra del arquitecto gaditano Rafael Manzano, decidió apoyar la preservación de este patrimonio artístico con la creación de un premio anual.

La entrega del premio tuvo lugar en octubre de 2012 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, presidida por la Infanta Elena.